La HCV es una de las mayores causas de hepatitis, aproximadamente el 1% de los donadores de sangre son cero positivos para el HCV. Los síntomas clínicos de la infección por HCV son variables, y del 50 a 80% de pacientes desarrollan hepatitis crónica. La ventana entre la infección y la aparición de anticuerpos es altamente variable, comienza a detectarse aproximadamente a las 11 semanas (6-24 semanas) tras la exposición al virus, puede detectarse hasta los 12 meses. Si la infección se autolimita desaparece gradualmente aunque puede persistir hasta 5 años después de la curación. Si la infección se cronifica persisten positivos. La presencia de anti VHC implica contacto con el virus y puede ser interpretado como marcador de infección pasada y curada, un falso positivo o una infección crónica. Para distinguir entre estas entidades, el siguiente paso díagnóstico es la determinación del ARN viral.